lunes, 6 de mayo de 2013

"FORMACION DEL SISTEMA BIPOLAR"

“El rompimiento de la formación aliada"

•A partir de 1946 empezó a deteriorarse la alianza internacional creada durante la guerra en contra de las potencias del Eje, con el aumento de las tensiones entre Gran Bretaña y E.U. por un lado y por el otro con la Unión Soviética.
•El 9 de febrero de 1946 Stalin comenzó un discurso en el según la victoria en la guerra había significado el triunfo del sistema soviético.
•El 5 de marzo de 1946 Truman dicto una conferencia en la que decía que una “cortina de hierro” había caído sobre Europa Oriental.
•En aquel entonces el expansionismo Soviético se proyectaba hacia el sur.
•En febrero de 1947 el gobierno Británico anuncio la suspensión de ayuda militar que prestaba a Grecia y a Turquía, esto empujo al gobierno Estadunidense a tomar una acción inmediata.

Las iniciativas Estadunidenses.

•La doctrina Truman:

•La Doctrina Truman establecía que los Estados Unidos podían dar apoyo a "personas libres que están resistiendo los intentos de dominio por minorías armadas o por presiones exteriores", siendo estas directrices de ferviente tendencia anticomunista, ocasionalmente fanática, dado el contexto en el que se hallaban.
El presidente Harry S. Truman hizo la proclamación de esta doctrina en su comparecencia ante el congreso el 12 de marzo de 1947, estando por entonces en curso la crisis de la Guerra Civil Griega (1946-1949). Los ingleses habían notificado a la Casa Blanca que no podían continuar apoyando al gobierno griego contra las guerrillas comunistas ni podían ayudar económicamente a Turquía. La doctrina se promulgó específicamente con el ánimo de proporcionar soporte a gobiernos que resistían frente al comunismo. Truman insistió en que si Grecia y Turquía no recibían la ayuda que necesitaban, podían caer inevitablemente en el comunismo, siendo el resultado un efecto dominó de aceptación del comunismo en la región.
Tras su promulgación se concedieron 400 millones de dólares en ayuda económica y militar para Turquía y Grecia

•El plan Marshall:

•El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el principal plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo.
Ante la penuria europea y la imposibilidad financiera de comprar productos norteamericanos este plan de ayuda demandaba una coordinación previa de los países europeos para su aplicación. Para ello se reunió en junio-julio de 1947 una conferencia en París a la que, tras muchas dudas, acudió la URSS. Moscú pronto declinó el ofrecimiento y obligó a sus países satélites a hacer lo mismo .
Dieciséis países aceptaron la ayuda y se reunieron en una Conferencia en París en septiembre de 1947. La Conferencia tenía un triple objetivo: impedir la insolvencia europea que hubiera tenido nefastas consecuencias para la economía norteamericana (favoreciendo a los países aliados), prevenir la expansión del comunismo en Europa y crear una estructura que favorecieran la implantación y el mantenimiento de regímenes democráticos.

La repuesta soviética

•La doctrina Truman y el plan Marshall fueron considerados como amenazas directas contra los objetivos de la Unión Soviética y el socialismo.

La doctrina Jdánov y la Kominform

•La doctrina Jdánov: En septiembre de 1947, el informe Zhdánov o doctrina Zhdánov, que toma el nombre de Andréi Zhdánov, tercer secretario del partido comunista de la URSS, reconoce la división del mundo en dos campos: las fuerzas imperialistas, dirigidas por los Estados Unidos, y los anti-imperialistas, liderados por las URSS.
Tras el discurso de Fulton en 1946, donde Churchill definió la noción del "telón de acero", el discurso de Jdanov en Szklarska Poreba (Polonia) durante la constitución del Kominform el 22 de septiembre de 1947 terminó de consolidar la idea de la división del mundo en dos bloques.
La Kominform se creó como respuesta al Plan Marshall y Jdanov, como delegado soviético en la reunión, enunció la doctrina soviética de la guerra fría que venía a enfrentarse a la Doctrina Truma de "contención" del comunismo.
Tras la derrota de Hitler, según Jdanov, el bloque "imperialista y antidemocrático" comprendía a los EE.UU., la Europa occidental, Turquía, Grecia, América Latina, el Próximo Oriente y China. El bloque "antiimperialista y democrática" lo conformaban la URSS y los países de Europa oriental y central que el denominó "países de la nueva democracia", a los que estados como Indonesia, Vietnam, Egipto o Siria veían con simpatía. Para Jdanov, para hacer frente al bloque liderado por EE.UU. era necesario que ninguna vía, incluso aunque se reclamara comunista, divergiera de las indicaciones provenientes de Moscú, so pena de ser tildada de pertenecer al campo "antidemocrático".
Esta teoría tenía una finalidad geoestratégica. Los países que bordean la URSS no deben aceptar el Plan Marshall y permanecer fieles a las indicaciones de Moscú. Toda alternativa a esta política debía ser condenada. Muy poco tiempo después las tensiones entre Stalin y Tito aflorarán y la condena del líder yugoslavo por la Kominform será una clara plasmación práctica de la doctrina expuesta por Jdanov.
•La kominform: Kominform es la abreviatura de Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros, organización comunista creada a instancias soviéticas en 1947. Su creación fue la respuesta de Stalin al Plan Marshall y con ella buscaba agrupar a los partidos comunistas de la zona bajo influencia soviética (Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria y Rumanía), a ella se sumaron los poderosos partidos comunistas de Francia e Italia.

Se trataba de aglutinar bajo unas directrices comunes de actuación al bloque soviético en los inicios de la guerra fría. En su reunión inaugural, el representante soviético y miembro del Buró del PCUS, Andrei Jdanov, pronunció un discurso en el que puso las bases de la doctrina soviética en política internacional (Doctrina Jdanov).

Las líneas esenciales de actuación de la nueva organización se basaban en el intercambio de información y experiencias, en la coordinación de actuaciones y en la ayuda mutua entre los partidos comunistas. En la práctica, la Kominform sirvió como instrumento a las órdenes del gobierno de Moscú ante el desafío occidental concretado en la doctrina Truman y el Plan Marshall.

Muy pronto, sin embargo, la Kominform asistió al primer gran cisma en el mundo comunista: la Yugoslavia de Tito fue acusada de desviacionismo de la doctrina marxista-leninista. Fue un comunicado de la Kominform en junio de 1948 el que proclamó la condena del régimen de Tito.

Tras la muerte de Stalin en 1953, la Kominform entró en proceso de decadencia, siendo finalmente disuelta en 1956.

Los primeros enfrentamientos y la creación de la OTAN.

Golpe de Estado comunista en Checoslovaquia: El Golpe de Praga es el nombre con el que se denomina al acceso del Partido Comunista al gobierno de Checoslovaquia. El 25 de febrero de 1948, el presidente de la República de Checoslovaquia, Edvard Beneš, cedió todo el poder a Klement Gottwald y a Rudolf Slansky, después de dos semanas de intensas presiones por parte de la Unión Soviética.

De todos los países de Europa central que habían sido liberados de los nazis y ocupados por los soviéticos, Checoslovaquia fue el único que tenía una clara tradición democrática y un partido comunista en auge. Éste había obtenido un 38% de votos en las elecciones de 1946, participando en el gobierno en coalición con otros partidos demócratas.

En 1947, Checoslovaquia aceptó el Plan Marshall, pero fue obligada a renunciar por la Unión Soviética. Esto, unido a la posibilidad de que el auge del Partido Comunista se pudiese ver frenado en las elecciones de 1948, precipitó un golpe de estado comunista.

La crisis empezó el 21 de febrero de 1948 cuando el ministro del Interior eligió a ocho nuevos comisarios en Praga, todos ellos comunistas, poniendo de manifiesto el control que tenía la parte comunista del gobierno de Checoslovaquia sobre las fuerzas de seguridad del estado. Esto provocó protestas, seguidas de la dimisión de los ministros demócratas del gobierno. Los dimisionarios pensaban que con su renuncia conducirían a una crisis política que conllevaría unas elecciones generales anticipadas, que harían fracasar al partido comunista a causa de su renuncia al Plan Marshall.

Sin embargo, los miembros que habían dimitido fueron sustituidos por miembros del Partido Comunista, y, con el apoyo de Stalin, el líder comunista checoslovaco Klement Gottwald declaró, el 24 de febrero, una huelga general, con la consiguiente creación de una serie de Comités de Acción, apoyados a su vez por milicias obreras que frenaron cualquier resistencia por parte de las fuerzas democráticas. Después de esta depuración, el Parlamento aprobó el nuevo gobierno, y Edvard Beneš, aquejado de una embolia cerebral, se vio obligado a dimitir el 7 de junio de 1948, muriendo el mes de septiembre del mismo año.
•Consecuentemente, los partidos de derecha fueron coalizados en un Frente Nacional dominado por el Partido Comunista que, a su vez, se había fusionado con el partido socialdemócrata. Efectivamente, en 1948 se sucedieron las elecciones, en las que solo se pudo votar a unas únicas listas sin oposición permitida, dando todo el poder al Partido Comunista checoslovaco.
•En Occidente, el golpe de Praga tuvo una gran repercusión porque Checoslovaquia era el país más occidental de Europa central y oriental, en el plano geográfico, histórico y político.

La cuestión Alemana y la crisis de Berlín:

Desde mediados de los cincuenta hasta comienzos de los sesenta hubo tres ocasiones en las que las tensiones existentes en el mundo se multiplicaron y pareció poder producirse la conflagración. De la primera -la Guerra de Suez en 1956- se tratará más adelante puesto que no puede desligarse del proceso de descolonización. Las dos posteriores -la crisis de Berlín en 1958-1963 y la de los misiles cubanos en 1962- fueron el producto de la confrontación ideológica y, al mismo tiempo, de la delimitación de áreas de influencia de las dos grandes superpotencias. Como sabemos, desde el momento del bloqueo de 1948, Berlín se había convertido en permanente punto de fricción entre la URSS y los Estados Unidos. Por un lado, la capital alemana constituía el mejor testimonio de la voluntad de los occidentales de mantener una defensa decidida de la libertad y la democracia. Al mismo tiempo, la existencia misma de esta ciudad tendía a poner en cuestión la validez misma de los principios comunistas, tal y como creían en ellos los dirigentes soviéticos. Kruschev y el equipo dirigente de la URSS estaban, sin duda, convencidos de la manifiesta superioridad del comunismo y de su victoria a largo plazo, pero en quince años tres millones de alemanes del Este habían logrado cambiar de zona merced al estatuto de Berlín que mantenía un sistema de ocupación militar que ya había desaparecido en Alemania occidental. A este problema permanente en las relaciones entre las dos superpotencias el líder soviético le dio una respuesta muy característica. En realidad, no parece haber buscado de forma coherente ni la confrontación ni la negociación, sino que se lanzó a un ejercicio de amenazas y de presiones que pudieron dar la sensación de lo primero para luego dejar pasar el tiempo sin tampoco llegar a una solución.
En todo ello jugó un papel muy importante la actitud de las autoridades de Alemania oriental, que vivían de forma más angustiada la debilidad a la que la sola existencia de Berlín les condenaba: fueron probablemente ellas las responsables de la erección del Muro de Berlín. Pero ni siquiera éste fue una solución y una vez pasado el primer momento de tensión mundial la cuestión quedó sobre el tapete largos años. Kissinger afirma que en la crisis de Berlín y en la posterior de Cuba, Kruschev dio la sensación de actuar como un maestro de ajedrez que después de hacer una apertura brillante se limitara a esperar que su contrincante se rindiera. En realidad, de ambas crisis el dirigente soviético salió derrotado o, por lo menos, no victorioso. Cualquier interpretación con un mínimo de imparcialidad debe admitir que deterioró su prestigio mundial. La cuestión de Berlín fue replanteada en noviembre de 1958 cuando Kruschev asumió la tesis defendida por la Alemania del Este denunciando el estatuto de ocupación cuatripartita de la ciudad. Para el dirigente del PCUS Berlín debía quedar incorporado a la Alemania del Este o internacionalizado bajo la responsabilidad de las Naciones Unidas. Pero lo grave de esta declaración soviética no residió en la defensa de esta tesis, sino en el hecho de que se daba a las potencias occidentales un plazo de seis meses para aceptar esta propuesta; de no hacerlo, la URSS firmaría un tratado de paz con la Alemania Oriental, la cual de esta manera tendría el control de todas las vías de acceso a Berlín. De este modo, las potencias occidentales se encontraron con el dilema de poder llegar a enfrentarse en una guerra nuclear con los soviéticos en el caso de no aceptar, mientras, si lo hacían, parecían renunciar a la defensa de sus propios valores democráticos de cara a los alemanes de Berlín.

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